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En eFISIO, entendemos que un descanso adecuado es fundamental para la recuperación y el bienestar general. Una mala alineación durante el sueño puede agravar dolores de espalda, cadera o rodilla. Las almohadas para rodillas y piernas son una herramienta terapéutica sencilla y eficaz para mejorar la postura al dormir y aliviar múltiples dolencias. A continuación, te explicamos los principales tipos que existen.
Este es el tipo más común y conocido. Su diseño ergonómico, a menudo con una forma cóncava que recuerda a un reloj de arena o una mariposa, está pensado para encajar cómodamente entre las piernas. Su principal función es para quienes duermen de lado.
Al colocarla entre las rodillas, se evita que la pierna superior caiga hacia adelante, lo que previene la rotación de la pelvis y la torsión de la zona lumbar. Esto mantiene una alineación neutra de la columna vertebral, las caderas y la pelvis, reduciendo la tensión muscular y la presión sobre las articulaciones.
Estos cojines tienen forma de cuña o rampa y su propósito es elevar las piernas mientras se está acostado boca arriba. Elevar las extremidades inferiores por encima del nivel del corazón tiene importantes beneficios terapéuticos, especialmente relacionados con el sistema circulatorio.
Desde la fisioterapia, recomendamos esta solución para mejorar el retorno venoso, lo que ayuda a reducir la hinchazón (edema) en pies y tobillos. También es un gran aliado para aliviar la sensación de piernas cansadas, pesadez o calambres nocturnos asociados a problemas de circulación o varices.
Estos cojines, con forma de semicírculo o cilindro, son extremadamente versátiles. Su uso más frecuente en relación con las piernas es colocarlo debajo de las rodillas al dormir o descansar boca arriba (en decúbito supino).
Al hacerlo, se consigue una ligera flexión de las caderas y las rodillas, lo que relaja la musculatura de la zona lumbar y reduce la curva lordótica. Esto proporciona un alivio inmediato de la tensión lumbar. También pueden usarse bajo los tobillos para elevarlos ligeramente y evitar la presión en los talones.
Aunque no están diseñadas exclusivamente para las piernas, las almohadas corporales (en forma de C, J o U) son una solución integral excelente. Ofrecen soporte simultáneo a la cabeza, el cuello, la espalda, el abdomen y, por supuesto, las piernas.
Permiten al usuario abrazar una parte de la almohada, colocando una sección entre las rodillas de forma natural, logrando los mismos beneficios de alineación que una almohada específica para rodillas. Son especialmente populares durante el embarazo, ya que se adaptan a los cambios del cuerpo y alivian la presión en múltiples puntos a la vez.